Una quiebra o bancarrota es una situación jurídica en la que una persona (persona física), empresa o institución (personas jurídicas) no puede hacer frente a los pagos que debe realizar(pasivo exigible), porque estos son superiores a sus recursos económicos disponibles (activos). En pocas palabras, cuando las deudas superan los recursos disponibles.
Al ser declarado en bancarrota por un juez, se lleva a cabo un concurso o un juicio para determinar si los acreedores pueden cobrar su deuda del patrimonio del deudor.Una vez decretada la bancarrota, la persona que está en quiebra ya no puede administrar sus propios bienes y queda inhibida (no puede vender ni gravar sus bienes).
Entre las razones más comunes para caer en bancarrota está el pedir préstamos en el acto, absurdamente grandes que la empresa o negocio no puede solventar ya sea por un mal negocio o un error de cálculo.
Lo primero que debes hacer es aceptar tu situación y no buscar soluciones inmediatas, podría ser un sacrificio que en verdad no deseas o un préstamo que sólo va a sumarse a tus deudas.Evalúa las posibles repercusiones. Podrían llevarte a una condición aún más crítica.
Primero,elabora tu presupuesto.Identifica qué gastos son básicos. Deja para después todos aquellos gastos que ahora puedes evitar. Muchas empresas grandes que han caído en la quiebra han recurrido a cerrar sucursales en diferentes áreas del mundo que no le presentaban ingresos.
Hazte las siguientes preguntas: ¿cuánto dinero has perdido?, ¿cuánto debes? eso te ayuda a entender dónde estás situado hoy y no angustiarse por especulaciones sobre la situación de tu negocio.
Evita los pequeños gastos innecesarios y pedir préstamos, independiente que sean miniprestamos. Cancela sus suscripciones de diarios y revistas, la televisión por cable y deje de salir a comer fuera. Esta estrategia puede parecer dolorosa, y lo será, pero le evitará que la suma de estos representa un dolor de cabeza.
Las crisis económicas pueden ser un propulsor hacia la creatividad. Crea formas de obtener ingresos fuera de las que ya conoces. No tengas miedo en pedir ayuda a tus familiares y amigos; para muchos la bancarrota puede ser una situación vergonzosa. Pedir ayuda no significa necesariamente pedir dinero: las ideas y oportunidades también son bienvenidas.
Cuando se está quebrado, lo normal es sentirse enojado consigo mismo y presionarse para conseguir resultados inmediatos. Sin embargo, las cosas que valen la pena por lo general llevan su tiempo. A veces cuesta comenzar a aprender algo nuevo, no obstante, el no comenzar ahora es lo que te mantendrá en la misma y no te permitirá salir de la bancarrota.
