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01 May
01May


Aún a menos de un mes de las Elecciones Generales del 28 de abril, que dieron como resultado el triunfo del PSOE y una debacle histórica del Partido Popular, fraccionada entre otras cosas por la peligrosa irrupción de la ultraderecha, el país se prepara para nuevas elecciones; en esta ocasión, las Autonómicas, las Regionales y las Europeas. Nos encontramos, pues, en una etapa de cambios políticos que traerán consigo nuevos horizontes, que dependen del resultado de los comicios del 26 de mayo. Sin duda, los ciudadanos tienen otra cita importante con las urnas este mes.

A diferencia de las elecciones del 28 de abril, en estas destaca un panorama diverso en el que cada Comunidad Autónoma presenta sus propios problemas y, con ellos, sus propias candidaturas. Las cosas no funcionan igual en todas las regiones. Por ejemplo, la coalición entre Izquierda Unida y Podemos, que recibe el nombre genérico de Unidas Podemos y múltiples variantes según la zona geográfica, no ha funcionado en todas las comunidades, y en algunas los dos partidos se presentan por separado. De igual manera, cada lugar confía también en sus propios partidos regionales, como puede ser ERC en Cataluña, Nueva Canarias en las islas, o Ahora Madrid en la capital española.

No es sencillo elegir a quién votar, pero sí es fácil dividir las numerosas opciones políticas en los dos extremos de siempre: el de la izquierda y el de la derecha. Los partidos de centro, en realidad, tienen una tendencia más o menos moderada que se decanta siempre por el eje progresista o el eje conservador, y eso es algo que hay que tener en cuenta. Tenemos un evidente ejemplo en el PSOE, que pese a acogerse a un socialismo moderado, ya ha dejado caer en numerosas ocasiones que sus socias principales serán Unidas Podemos, que representan a la izquierda actual de España.

Por otro lado, las personas con conciencia de clase sin duda confiarán en los partidos de la opción progresista, que entre otros objetivos prioritarios pretende restablecer los servicios públicos y acabar paulatinamente con el poder del sector privado. De igual manera, la educación, la sanidad, el transporte público, el alquiler, la subida del SMI y la atención a personas en riesgo de exclusión social serán otras de las numerosas asignaturas pendientes que España, a través de los comicios regionales, tratará de abordar en mayor o menor medida. Todo está por decidirse.


Eduardo Fuentes

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