Muchos observan a los grandes empresarios y dueños de negocios y hacen formulaciones respecto al motivo de su éxito. Razones pueden haber muchas, desde fortunas heredadas a asuntos ilícitos, pero los que producen mayor admiración son aquellos que forjaron su fortuna con sus propias manos, algo que parece mitico pero que de hecho es posible.
Entre una de las creencias que abundan en la conciencia popular, está que para poder ser exitoso financieramente hay que estudiar para ello y priman las carreras como administración de empresas, economía y contaduría. Es razonable por supuesto que se le dé prioridad a las carreras relacionadas con la administración y la comprensión del movimiento del dinero, no obstante ¿es realmente necesario estudiar alguna de estas carreras para ser exitoso en el ámbito financiero?
Muchas personas con conocimientos teóricos no tienen las aptitudes ni logran tener negocios fructíferos, de hecho, la gran mayoría se decanta por el trabajo asalariado, lo cual es la antítesis de la libertad financiera. De cualquier forma, si bien todo el que estudia no se hace millonario ¿hay que estudiar para serlo?
En realidad, aunque tener una carrera universitaria ayuda mucho, lo que se necesita es el desarrollo de habilidades financieras adecuadas. Se puede tener un título y tener un historial crediticio tan malo que no se pueda optar por financiación, aunque actualmente existen los creditos con asnef para esos casos.
Millonarios como Walt Disney, Steve Jobs y Bill Gates no estudiaron en la universidad, tenían ideas brillantes y a partir de allí construyeron su imperio. Por lo que los requisitos principales son el tener buenas ideas, llevarlas a cabo y tener habilidades financieras. Aunque pueda parecer absurdo, muchas veces ser solo brillante no es suficiente, un ejemplo es el caso de Tesla y Edison, que aunque Tesla era un genio indudable, vivió entre deudas , mientras Edison, aunque con muchas controversias respecto a sus inventos, se hizo de una gran fortuna.
Si se tiene una buena idea y ganas de emprender no se necesita más que conocer el mercado, los clientes y a los prestamistas. Que si bien suena sencillo, requiere de un arduo trabajo de investigación y tener forjadas las habilidades necesarias para poder enfrentarse a las diversas adversidades que se presentan en el mundo empresarial, desde la competencia a los cambios del mercado.
Si se quiere emprender, lo que hay que evaluar, más allá de si se tienen las aptitudes necesarias para hacer dinero, es el mercado en el que se va a incursionar y que se esté cubriendo una necesidad.
